Fiestas

Durante el año, y con la idea de que nuestros actos estén en armonía con la naturaleza, celebramos cuatro fiestas que coinciden con las estaciones (solsticios de verano e invierno y equinoccios de primavera y otoño).

VERANO

La verbena de San Juan es la fiesta del fuego, la luz, la danza, de quemar trastos viejos. Simbólicamente, la hoguera se alimenta de todo lo que hemos superado durante el año. Saltando y bailando, saboreamos la alegría del crecimiento. (Libre de ruidos estridentes como petardos.)

OTOÑO

La castañada, tiempo de recogimiento. En la naturaleza todo se aquieta, la savia de los árboles baja hacia las raíces, es tiempo de meditación, de estar cerca del fuego, asar castañas y saborear los panellets elaborados con almendras, fruto potente y concentrado del primer árbol que florece pero que es el último en darnos su fruto.

INVIERNO

El sol llega a su punto más bajo. Hay que pensar que todo quiere cambiar y que el día comenzará a crecer, acercándose, minuto a minuto, a un verano aún inimaginable. Esta realidad la hacemos coincidir con la Nochevieja, pero en La Bartra las campanadas suenan con calma, sin prisas marcadas por máquinas, sin histeria, intentando conectar con la felicidad que se enraíza en la paz y se manifiesta con una alegría sincera.

PRIMAVERA

Es el tiempo en que la naturaleza se despierta del sueño invernal y todo empieza a crecer… y los calçots también y hay que comérselos. La celebramos con una auténtica calçotada al aire libre para disfrutar plenamente del calor del sol primaveral.